YACUIBA, EN LA PRIMER DÉCADA DEL
SIGLO XX; CAMINOS, LÍMITES FRONTERIZOS, BANDIDAJE Y EL FERROCARRIL.
La
idea de un Ferrocarril que desde la República Argentina (Formosa) llegase hasta
Caiza pasando por Yacuiba era una idea que ya había sido considerada en 1889
cuando Émile-Arthur Thouar al retornar a Buenos Aires de su viaje al Chaco, “…se esfuerza por obtener la concesión
necesaria para construir un ferrocarril desde Formosa, en la República
Argentina, hasta Caiza, en Bolivia…” (Daily Alta California, 1889, p.4)
desde la perspectiva de Thouar, para finales del Siglo XIX el Chaco Tarijeño es
una región muy importante por las riquezas existentes en este territorio.
Thouar dice: «Por el Pilcomayo
como vía natural abierta á la navegación, ó por el trazado de un ferrocarril
paralelo á la dirección de este río á través del Chaco Central, se abre á las
ricas provincias de Bolivia una vía de comunicación económica y rápida» bajo
esta inspiración presentó al examen del gobierno argentino un doble proyecto de
canalización del Pilcomayo y de una línea férrea que debía unir el puerto de
Formosa con Caiza, capital del Chaco boliviano, situada al pie de los Andes.
(Gomez, 1906, p.123)
Al
otro lado de la frontera, en la República Argentina en 1890 se vivió una crisis
política y económica que comenzó a ser superada para mediados de la última
década del Siglo XIX, lo que permitió a la República Argentina reactivar las
obras para la conexión Ferroviaria con Bolivia.
A medida que se superaba la
crisis económica de 1890, se retomó el ritmo en la construcción ferroviaria. El
Estado reactivó las obras en las provincias del Noroeste y buscó mejorar la
funcionalidad de sus líneas, con dos metas: una, con un criterio estratégico,
era el acceso a las regiones de reciente ocupación y la conexión ferroviaria
con Bolivia. (Salerno, 2008, p.662)
La
construcción del Ferrocarril en el lado argentino, significa también el
incremento de la presencia extranjera en Yacuiba, el porcentaje de ciudadanos
extranjeros en Yacuiba en 1900 ya era significativo, sin embargo no todos los
extranjeros tenían “buenas intenciones”.
La aproximación del Ferrocarril
Central Norte á la Frontera hace que lleguen mayor número de inmigrantes y que
los ataques á la propiedad sean más frecuentes, debiendo aumentarse el número
de rondas para la mejor vigilancia y prevenir la comisión de delitos. También
se ha aumentado el pre de los rondas de 80 centavos a un boliviano, porque con
esa pequeña remuneración no hay quien quiera hacer este duro servicio.
(Bolivia, 1907, p.61)
En
1902, el explorador español Juan Gonzales Montenegro, explorando la misma zona
recorre la quebrada de Yacuiba y sus inmediaciones, “…Desde Oran a través Yacuiva Gran Chaco, desde el Yacuiva a Crevaux y
Acre, y luego en la inexplorada formidables regiones de Bermejo y Tarija,
González Montenegro, encuentra valiosos descubrimientos geográficos y
mineralógicos…” (Marco, 2001, p.19), Juan Gonzales Montenegro entre 1900 y
1905 permaneció en las selvas del Chaco.
En el último decenio del siglo
anterior, Yacuiba, era el paso obligado para los viajeros que desde Santa Cruz
de la Sierra, a lomo de mula, viajaban hasta la ciudad argentina de Salta,
especialmente por motivos, comerciales, o simplemente familiares. En aquellos
años el bandidaje se enseñoreaba en los senderos chaqueños, constituyendo un
grave peligro para la vida de quienes se aventuraban en el camino. No solamente
los cuatreros se hacían presentes, sino también tribus indómitas de indios
Tobas, habitantes del Pilcomayo, asolaban la región Chaqueña con sus
depredaciones. (Coto, 2005, p.87)
Para
1904, el Gobierno de la República Argentina estaba licitando la construcción de
un nuevo camino que pueda vincular sus poblaciones del norte con la población
de Yacuiba: “…Llamase a licitación por el
término de 30 días para la construcción de los caminos de Rio de las Piedras a
Oran y de Rio de las Piedras a Yacuiba (Provincia de Salta). Los planos y
documentos, están a disposición de los interesados, en la inspección General de
Puentes y Caminos (Casa de Gobierno, 3er. Piso), donde se abrirán las
propuestas, el 7 de Diciembre del Corriente año, a las 2 p.m. - Buenos Aires,
Noviembre 8 de 1904…” (Boletín Oficial de la República Argentina. Año XII. Num.
3319. Buenos Aires, Martes 8 de noviembre de 1904), por entonces (1904) aún se
discutía la cuestión de límites y la pertenencia de Yacuiba a la nación
Boliviana. Al final, con relación a la cuestión de límites el gobierno
argentino aparecía – según la prensa argentina de la época -regalando a Bolivia
el territorio de Yacuiba, obteniendo en cambio algunas ventajas muy pobres en
el trazado de la línea limítrofe al oeste; mientras unos denunciaban que el
Ministro Argentino había aceptado la doctrina boliviana admitiendo que el
paralelo 22 fue mal fijado “…por errores
imaginarios al aceptar la determinación magnética en vez de la astronómica…”,
(Diez de Medina, 1955, p. 139), en cambio; para Bolivia la cuestión pasaba por
retener el territorio de Yacuiba porque se trataba de una población habitada
por Bolivianos, “…no se debe ya imponer
mayores sacrificios al noble pueblo Tarijeño: lo justo, lo legitimo será la
compensación recíproca de Santa Victoria por Yacuiba capital de Provincia, y
por el Tartagal, baluarte avanzado de las conquistas tarijeñas contra la
barbarie, sobre las fronteras del desierto…” (Paz, 1919, p.724), en los
primeros años del Siglo XX, la villa de Yacuiba sigue creciendo en población.
A partir del hito N° 17, ya
colocado, la línea divisoria bajará siguiendo la serranía de Ipaguazú, por los
puntos S.R.Q.P.O.N.M.L.K.J.I.H. indicados en el plan número dos del
relevamiento general, hasta un punto que determina el paralelo que pasa por la
junta de los arroyos Yacuiva y Pocitos; continuará por este paralelo hasta
encontrar el río Caraparí, desde cuyo punto seguirá la línea en la dirección ya
establecida en los convenios de 14 de Mayo de 1898 y 23 de Abril de 1902.
(Biblioteca Digital de Tratados del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto
de Argentina. Convenio modificando el trazo de la línea de frontera al llegar
al pueblo de Yacuiba a fin de que este pueblo y zona adyacente queden en
territorio boliviano. Buenos aires, 28 de enero de 1904)
Mientras
la cuestión de límites aún se discutía, el bandidaje se enseñoreaba en la
región, producto sobre todo de una limitada presencia policiaca y militar;
hacia 1910 en el Chaco; Aguairenda era la base más importante, y el Fortín
Ballivian en el río Pilcomayo era el principal puesto de avanzada. Las
condiciones eran extremadamente duras, siendo necesario tolerar la presencia de
rabonas y confiar en la mano de obra de indígenas sometidos a las guarniciones.
El régimen en estos puestos fronterizos parece haber sido bastante menos severo
y eficaz que el impuesto en el interior. (Dunkerley, 2006, p.136), está
situación genera que sean normales los actos de robo realizados por nacionales
y extranjeros, administrar la justicia era una situación complicada en Yacuiba
en 1900 sí bien existía un proyecto ya desde el 28 de agosto de 1898 para la creación de un juzgado y Fiscalía
de Partido en las provincias de Salinas y el Gran Chaco.
(…) Los robos de ganado que se realizaban
entre diciembre y marzo, cuando los cuatreros indios y criollos, combinados con
los compradores bolivianos que venían en esa época, aprovechaban los meses en
que se producía el relevo de los conscriptos que guarnecían los
establecimientos militares. Numerosos contingentes de indios y criollos
argentinos, alzados contra la explotación y la miseria en aquellos pagos,
asaltaban fincas, chacras, obrajes y estancias, para ejercer una justificada
reacción contra quienes los condenaban al exterminio del hambre y del fusil.
Esa durísima vida se prolongó por décadas, producto de la escasez de caminos y
el abandono de los abiertos en el monte, el auge del cuatrerismo y el bandidaje
y la insuficiencia de control policial. (Figallo, 2001, pp. 9-10)
Esta
situación, obligaba que las autoridades para 1904 incrementen la presencia
policiaca en Yacuiba.
En las Provincias continúa el
pésimo servicio policiario y mientras los señores Subprefectos no dispongan
siquiera de dos soldados celadores, el orden público y las garantías reales y
personales, estarán á merced del buen sentido de los habitantes. En mi informe
anterior yá hice presente esta notable falta y solicité dos celadores para cada
provincia, los que, además, podrían servir para cooperar al cobro del impuesto
territorial; pues sensible es tener que expresar que la mayor parte de los
contribuyentes de este impuesto, no lo cancelan mientras no se ponga en
movimiento la fuerza pública. Esta falta ocasiona también el ningún ingreso de
multas en las Provincias, cuya recaudación y respectiva rendición de cuentas,
ha sido tantas veces recomendada por el señor Ministro de Hacienda. (Bolivia,
1904, p.161)
Al
inicio del Siglo XX, en Bolivia la policía afrontaba serias dificultades, no
sólo por la cuestión salarial, sino por las malas condiciones de vida de los
funcionarios policiales, “…en muchos
casos, los cuarteles eran alquilados, en otros, las instalaciones policiales
compartían locales prefecturales menesterosos y marginales…” (Quintana,
2005, p.31), la falta de recursos económicos para sostener el trabajo policial
fue una constante a lo largo de todo el período de gobierno del partido
liberal.
MAPA 1
MAPA 1: Fuente, Memoria que presenta el
Ministro de Gobierno y Fomento Doctor Aníbal Capriles ante el Congreso
Ordinario de 1907. Edición Oficial. La Paz. Imprenta Artística Castillo y Ca.
1907
Para
1907, Bolivia pretende mejorar la vinculación caminera de Yacuiba con el
interior mediante la construcción el camino de Yacuiba a Lagunillas y Santa
Cruz pasando por la misión de San Francisco Solano, hoy Villa Montes, y
Charagua con ramal á Lagunillas desde este último punto. (Bolivia, 1907, pp.
191-192). Otro camino importante es el que se dirige al Chaco y que ha sido
entregado en contrata al señor Samuel Arce, en la sección de Tarija á San Luis,
debiendo trabajarse desde este lugar hasta Caiza, por el señor Julian Rocha.
Por esta vía se hace la extracción de ganado que provee á todos los minerales
del sud de la República (Bolivia, 1907, p.65) en 1908 Leocadio Trigo informaba
que habían sido abiertos el camino carretero de Yacuiba a Villa Montes que debe
seguir hasta Santa Cruz, y el camino de herradura directo a Tarija (Trigo,
1908, p.44), pero la vinculación caminera de Yacuiba no sólo es importante con
el Departamento de Santa Cruz, sino también con el interior del departamento de
Tarija en 1907 se construyo con el fin de facilitar los medios de comunicación
entre Villa Montes y Caiza un camino que partiendo de Villa Montes, termine en
el camino real que conduce de San Luis á Caiza, pasando por la Misión de
Chiméo. El contratista Sr. Bernabé Araoz, tomó por su cuenta la apertura del
camino de Lagunillas á Yacuiba, ha principiado la sección de Villa Montes á
Yacuiba (Bolivia, 1907, p.12).
para la apertura de un camino
carretero de Yacuiba á Santa Cruz, en su primera sección, hasta Charagua y
Lagunillas y dividiendo esta última en tres partes de las que la primera abarca
la comprendida entre Yacuiba y Villa Montes. Su entrega al servicio público ha
de verificarse el día de hoy, previo recibo encomendado a la Subprefectura del
Gran Chaco por intermedio de la Prefectura de Tarija. Esta vía cuya prosecución
no interrumpida activa y atiende eficazmente el Ministerio de Fomento, ha de
llenar necesidades muy sentidas por el Oriente y el Sud de la República.
(Bolivia, 1907, p.46)
Producto
de la Ley de 23 de septiembre de 1910, la sociedad Yacuibeña soñó con la
próxima construcción antes de 1912 de una línea de Ferrocarril desde Yacuiba
hasta Puerto Rojas. La construcción y diseño de la vía para este Ferrocarril estaba
bajo la responsabilidad del señor James Simpson Witthon, para construir y
explotar un ferrocarril que, partiendo de la población de Yacuiba, llegue hasta
Puerto Rojas, pasando por la ciudad de Santa Cruz; en los siguientes términos: “…Otórgase al señor James Simpson Witthon,
una concesión para construir y explotar un ferrocarril que, partiendo de la
población de Yacuiba, sobre la frontera Argentina, llegue hasta Puerto Rojas,
en la confluencia de los ríos Grande y Piray, pasando por la ciudad de Santa
Cruz…” (Art. 1, Ley de 23 de septiembre de 1910), el Señor James Simpson
Witthon era representante de la Eastern Bolivia Railway Company; el ferrocarril
propuesto tendría la trocha de un metro, y una línea telegráfica en la
extensión de 740 kilómetros. El mencionado ferrocarril gozaría un privilegio de
zona de cuarenta kilómetros a cada lado de la línea, durante el término de
treinta años de la concesión. El concesionario la empresa "Ferrocarril Este
de Bolivia" Eastern Bolivia Railway Company, según la Ley de 23 de
septiembre de 1910 podría también construir caminos carreteros ó de herradura,
para satisfacer las conveniencias del tráfico, haciendo, extensivo á ellos la
declaratoria de utilidad para los efectos de las expropiaciones. Esta propuesta,
que debía vincular Yacuiba con Puerto Rojas antes de 1912, fue modificada pero
al final jamás se materializo.
“…Considerando que la
construcción del ferrocarril depende de la construcción de la línea argentina
hasta la frontera, la empresa por su parte y el Gobierno de Bolivia por la
suya, gestionarán ante el Gobierno Argentino la conclusión de la línea á la
frontera, produciéndose la caducidad de la concesión de 23 de septiembre de
1910, de acuerdo con su artículo 5 °., si á los dos años de firmada la
escritura, dichas gestiones no hubieran dado resultado alguno, pero, si al
expirar ese plazo, la línea argentina estuviera próxima á construirse, el
Gobierno de Bolivia lo tendrá en cuenta y concederá á la empresa una prórroga
en el plazo fijado…” (Art. 6. Ley de 24 de noviembre de 1911)
La
causal para el abandono del proyecto del Ferrocarril que vincularía Yacuiba con
el interior del país se debió al colapso gomero que forzó al abandono del
proyecto durante más de dos décadas. El 3 de octubre de 1910, es promulgada la
Ley General de Ferrocarriles.
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